Daniel Veronese
ArgentinaDaniel Veronese
Dramaturgo
Daniel Veronese (Avellaneda, Provincia de Buenos Aires, 1955). Formado en teatro de títeres con Ariel Bufano y en dramaturgia con Mauricio Kartun, fue uno de los primeros dramaturgos que empezaron a llamar la atención a principios de los años noventa y a consolidar el surgimiento de una nueva escritura dramática después de la renovación predominantemente escénica (escenocéntrica y antiliteraria) de los ochenta. Muy pronto, sin embargo, comenzó a aunar las tareas de escribir y dirigir sus propias piezas en consonancia con los modos de producción más extendidos en los circuitos “no-comerciales” del actual teatro porteño. Entre sus primeras obras, pueden mencionarse algunas escritas con independencia de la situación escénica, como Crónica de la caída de uno de los hombres de ella (estrenada en 1992 por Omar Grasso), Señoritas porteñas (1994), Luz de mañana en traje marrón (1994) y El maravilloso mundo de los animales: Conversación nocturna (1995), pero también las potentes obras escritas para el Periférico de Objetos, una agrupación de teatro experimental de títeres fundada en 1989 con Emilio García Wehbi y Ana Alvarado. En el seno de ese grupo, ha escrito y codirigido El hombre de arena (1992), Cámara Gessell (1994), Circonegro (1996), Apócrifo I: El suicidio (2002), y al margen del colectivo ha hecho lo mismo con El líquido táctil (1997), Mujeres soñaron caballos (2002), Open House (2002), La forma que se despliega (2003) y Teatro para pájaros (2007), entre otras. La singularidad de su dramaturgia se observa incluso en las versiones de clásicos que ha montado teniendo en cuenta la impronta personal de sus actores y resignificando el derrotero evolutivo y el trasfondo cultural del realismo: Un hombre que se ahoga (inspirada en Las tres hermanas, 2004), Espía a una mujer que se mata (Tío Vania, 2006), Los hijos se han dormido (La gaviota, 2011), Todos los grandes gobiernos han evitado el teatro íntimo (versión de Hedda Gabler, 2009), El desarrollo de la civilización venidera (Casa de muñecas, 2009) y Un tranvía llamado deseo (2011). Aparte de su actividad en el llamado circuito off de Buenos Aires, desde hace unos años, dirige de tanto en tanto algún éxito de teatro “más comercial” en la calle Corrientes: El método Grönholm (2005), por ejemplo. Buena parte de su producción dramática se halla reunida en los dos volúmenes de Cuerpo de prueba (Buenos Aires, Atuel, 2005 y 2006) y en La deriva (Buenos Aires, Adriana Hidalgo, 2000).