Manuela Infante

Manuela Infante (Santiago, 1980) es egresada de la Escuela de Teatro de la Universidad de Chile (2004). Como actriz de reparto, se foguea en Las troyanas (1998), de Rodrigo Pérez, y, como músico para la escena, en Cueca (1998), El lugar común (2000) e Ifigenia (2001), de Alejandro Moreno. Su carrera como dramaturga se inicia en 2002. Ese año, con el proyecto de escritura de Prat (reflexión sobre la “monumentalización” de un héroe patrio), se adjudica la beca FONDART en la categoría “Artistas con menos de cinco años de trayectoria.” El monto de la beca asciende a CH $ 2,393,107, dinero que permite realizar aproximadamente 10 funciones y convocar a un público en ningún caso superior a las 500 personas. Monto y público ínfimos si se considera el escándalo ⎯absurdo e injustificado⎯ que ante esta pieza azuzan sectores conservadores que no toleran que se discuta la iconografía nacionalista. Tras la violencia recibida durante el estreno de su primera pieza ⎯se cursaron demandas judiciales contra el proyecto⎯ Infante consolida una carrera con trabajos donde la dramaturgia se funde con la investigación teórico-filosófica y con la experimentación técnica: Juana (2004), Narciso (2005), Rey Planta (2006, obra recogida en la antología Bicentenario), It’s Never the Last Supper (2007), Cristo (2008), Ernesto (2010), Zoo (2013), Realismo (2016) y Estado vegetal (2017); a su vez, como directora, ha puesto su sello en Multicancha (2010, pieza de teatro físico), Loros negros (2011, de Alejandro Moreno) y Xuárez (2015, de Luis Barrales). En paralelo, es miembro del proyecto musical Bahía inútil.